Recuerdo cuando el baloncesto llegó a la ciudad de
México, en 1903, importado de Puebla, donde en el Instituto Metodista hicieron
un equipo. De hecho, los chicos del Instituto Metodista poblano hicieron ellos
mismos su balón de basketball. Habían empezado jugando con uno de futbol. Uno,
muy católico, pensaba: "este deporte de echar una pelotota a una canasta
es cosa de protestantes". Pero el basketball pegó. Empezaron a surgir
ligas de basketball, y para 1917 se armó incluso un equipo de mujeres en la
capital mexicana.
Yo no me interesé en el basket hasta los años 20, con
los duelos entre el equipo "Cooperación" del DF y los de Jalisco y
Chihuahua. Hubo un Campeonato Nacional en Guadalajara que se suspendió cuando
los fans echaron polvo pica-pica a los baloncestistas de
"Cooperación".
Los chilangos de "Cooperación" fueron la base
del primer seleccionado nacional de basket, que derrotó a Cuba en los JCC de
1926. La final fue a 2 de 3 partidos. Los primeros se llevaron a cabo en el
gimnasio de la Escuela Nacional Preparatoria, en San Ildefonso. Un gentío de
gente llegamos a ver ese juego de basketball, pero no había cupo. La gente
pidió masivamente que se jugara en otra sede. Los organizadores decidieron que
el tercer y definitivo partido fuera en el Estadio Nacional, en la colonia
Roma. Ganamos 31-22.
A partir de ahí le entró a México una fiebre por el basketball, que se vería coronada en los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936.
Alfonso Rojo de la Vega,
pionero del basket mexicano, armó un equipo a partir del capitalino
"Mascarones", reforzado con chihuahuenses. En la escuadra que viajó a
Berlín había un menonita, Greer Skaussen, y un mexico-americano, Kiko Martínez.
Nada nuevo hay bajo el sol.
México-Filipinas, 1936 |
A los olímpicos de Berlín se inscribieron nada menos que
23 quintetas. Lo único que sabían todos era que los gringos eran los mandones. En
el primer partido, México venció a Bélgica, por marcador de 32-8; luego a
Japón, 28-2. Como ven, los marcadores eran chiquititos. En Berlín se jugó al
aire libre y con piso de tierra apisonada. Nada bueno para botar la pelota. Así
estaban de atrasados los nazis.
El tercer partido en las olimpiadas de Berlín fue
calamitoso. Perdimos ante Filipinas 32-30. Porque se pelearon chilangos y
chihuahuenses, Foch Fernández y Calavera Gómez no se la pasaban a Tuto Olmos y
Kiko Martínez y viceversa. Y encima se gritoneaban.
Esa derrota nos puso en la llave de Estados Unidos. Pero
faltaba el partido de cuartos de final. Contra la poderosa Italia. Rojo de la
Vega le puso tremenda regañiza a chilangos y chihuahuenses. Si no jugaban como
equipo, pensando en México, seríamos derrotados. Los jóvenes entendieron y se
impusieron 34-17 a los súbditos del Duce.
Algunos de nuestros guerreros en Berlín |
La semifinal era contra los gringos,
que habían apabullado a todos. Rojo de la Vega ideó entonces un esquema que
trascendió en la historia del basket: defensiva 2 contra 1, para contener a las
torres yanquis. Rojo de la Vega también ideó la ofensiva de "rompimiento
rápido", que obligó a los de EU, que la desconocían, a cometer repetidos
faules. Al final, México perdió 25-10. Sus diez puntos fueron conseguidos
mediante tiros libres. Y EU anotó mucho menos puntos que de costumbre. Nuestro
"team" (así se le decía) se tuvo que conformar con pelear la medalla
de bronce con Polonia. Ganamos 26-12. Facilito.
En gesto de
nobleza, el team mexicano, que fue a los Juegos con once hombres, otorgó su medalla de bronce número 12 a Mr. James
Naismith, inventor del baloncesto. Eso es categoría.
Tras la guerra, el basketball mexicano siguió siendo de
muy alta calidad. En Londres 1948 perdimos el bronce 47-52 ante Brasil. En la
fase de grupos habíamos derrotado a Francia, país que a la postre se llevara la
plata. El juego contra. Brasil fue un desastre. El equipo mexicano llevaba ventaja
de 17 puntos que no pudo sostener, por la suma de lesionados en la semifinal
vs. Estados Unidos.
Para Helsinki 1952 nos fuimos al 9º lugar. En 1960 y 64
calificamos, pero para quedar en 12º. Entonces mi general Clark Flores llamó a
parar. Clark Flores, quien consiguió la sede olímpica para México, trajo a
nuestro país a los mejores entrenadores. En baloncesto, a Lester Lane. El
equipo de Lester Lane tenía a figurones como Arturo Guerrero, Manuel Raga,
Ahuja Quintanar, Chiquis Grajeda, Rico Pontviane... Esa escuadra terminó en 5º
lugar, con 7 ganados y 2 perdidos (ante la URSS y Brasil).
El basketball de México volvió a unos Olímpicos hasta
1976, cuando ya la grilla comenzó a dominar las federaciones deportivas. En
Montreal 76 el partido clave fue contra Australia. Se fue a tiempo extra:
perdimos 120-117, con Raga y Arturo Guerrero jugando 45 min. Desde entonces, la
debacle -con leve mejora entre 1988 y 1992- por una bola de mafiosos... hasta
2013 y el renacimiento de los 12 Guerreros, comandados por Gustavo Ayón.
Ahora falta ver si, por las grillas, nuestro baloncesto vuelve a la sima, cuando puede llegar -si se trabaja bien- hasta la cima.
Buen día, disculpe deseo contactar al autor de tan excelente escrito, es para una investigación que estoy realizando, como puedo averiguarlo o contactarlo?
ResponderEliminarAtentamente
Jorge Mendoza
jorgeesude@gmail.com
Magnifica la reseña historica del deporte de las canastas en nuesto pais. Felicidades !!!!!
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