Hace pocos días se cumplió un siglo de un atentado loco y
mal planeado que tuvo consecuencias inimaginables: cambió el mundo
profundamente, a costa de millones de muertes. Me refiero, por supuesto, al
atentado de Sarajevo, que acabó con la vida del Archiduque Francisco Fernando,
con la de su esposa y con la paz en Europa.
El Imperio Austro-Húngaro |
Para entender el contexto hay que recordar que en Bosnia
conviven croatas católicos, serbios ortodoxos y bosnios musulmanes. Un polvorín
histórico. Bosnia era parte del Imperio Austro-Húngaro, pero eso tenía muy
molestos a los serbios, tanto locales como de Belgrado, y también a los rusos. El
Imperio Austro-Húngaro era un paisote: Chequia, Eslovaquia, Austria, Hungría,
Bulgaria, Rumania, Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina… También parte de lo
que hoy es Polonia, parte de Serbia y parte de Montenegro y varias provincias
italianas eran parte de este imperio.
Como quien dice, si hubiera habido Mundial de Futbol en
1910, la selección de Austria-Hungría hubiera sido una segura candidata al
título.
Los emperadores eran de la familia de los Habsburgo; mismos
que nosotros conocimos y fusilamos en México.
A finales del siglo XIX y principios del XX había un montón
de organizaciones políticas violentas de todo tipo: desde anarquistas hasta
nacionalistas extremos. Precisamente fueron unos serbios irredentistas, movidos
por el nacionalismo –y por los servicios secretos de Belgrado y Moscú- quienes
armaron el atentado.
Sello de La Mano Negra |
Era un grupo de exaltados que se hacían llamar “La Mano
Negra”, casi todos eran jóvenes, y los dirigía un empleado bancario. “La Mano
Negra” tenía contactos con grupos extremistas dentro del ejército serbio, que
habían logrado un exitoso golpe de Estado en 1903.
El grupúsculo decidió cometer un asesinato que, a su ver,
despertaría la conciencia de los patriotas serbobosnios: contra el heredero a
la corona.
Sofía Chotek y Franz Ferdinand |
El Archiduque Franz Ferdinand visitó Sarajevo, la capital
bosnia, el 28 de junio de 1914, para inspeccionar unas maniobras militares. En realidad, también hacía el peligroso viaje
(sabía que lo era) para poner estar con su esposa Sofía, porque su matrimonio
era morganático. Un matrimonio morganático es el que se da entre un noble y una
plebeya, y ésta no recibe rango ni la descendencia puede heredar el trono. Lo que quería Francisco Fernando era aparecer
en público con Sofía, lo que podía hacer si no iba en calidad de príncipe, sino
de general.
Hubo quien decía, tras el asesinato, que Franz Ferdinand
murió por amor. Suena bonito, pero sobre todo suena cursi. No fue al cadalso a
sabiendas.
El grupo de jóvenes terroristas que esperaban asesinar a
Franz Ferdinand eran tan exaltados como torpes. Su plan nunca funcionó. Veamos.
Se escogió a puros muchachos menores de 20 años. ¿La razón?
Como no eran considerados adultos, no se les podría condenar a muerte.
Contradictoriamente, a cada uno le dieron una cápsula de cianuro para que se
suicidara en caso de ser atrapado.
Colocaron a seis terroristas seis en la ruta esperada de la
comitiva donde iban seis autos. En medio, un Gräf & Stift, donde iba
la pareja-objetivo. Los dos primeros jóvenes no tuvieron los arrestos (o
tuvieron los pruritos) para lanzar las bombas que habían preparado al paso de
los carros.
El tercero, Nedeljko Čabrinović, sí lanzó la bomba, pero
rebotó (algunos dicen que en la capota; otros, que Franz Ferdinand la vio y la
voleó). Del rebote, el artefacto pegó al siguiente carro de la comitiva,
dejando una parcial carnicería: 20 heridos, algunos de gravedad. El joven,
entonces, tragó la cápsula de cianuro que tenía para el caso y se tiró al río
que corría junto a la avenida.
El río Miljacka a su paso por Sarajevo |
Quien ha estado en Sarajevo se sorprende al ver el río
Miljacka, que imaginaba ancho por su importancia histórica: es como de dos
carriles. Y para colmo, es un río que se puede pasar caminando, con el agua
debajo de las rodillas. Čabrinović, obvio es decirlo, no se ahogó. Y el cianuro
tampoco funcionó. Le pusieron una tranquiza y lo detuvieron.
Ya nos vamos dando cuenta de lo tarados que eran estos
muchachos de La Mano Negra.
Digo yo, tirarse al agua a una profundidad de 12 centímetros
y esperar ahogarse. Se necesita ser tarado.
Tras el fallido ataque, la comitiva aceleró el paso. Esto
impidió a otros tres terroristas –Gavrilo Princip, entre ellos- que actuaran
contra el archiduque.
Sus últimos minutos |
En la comida que siguió, Francisco Fernando se quejó de que
Sarajevo lo hubiera recibido a bombazos, y se cambió la agenda de la visita.
A continuación, el Archiduque y Sofía irían a visitar a los
heridos al hospital, en comitiva. Pero, cosas del destino, el chofer equivocó
la ruta. Cuando el chofer se dio cuenta, dobló, a la altura de uno de los
puentes que cruza el río. Y en la maniobra, el auto se paró.
Gavrilo Princip, en tanto, había ido a comprar comida tras
fallar en el atentado. Volteó y vio que la providencia le había puesto al Archiduque a
tiro. El adolescente salió de la tienda, tomó su revólver y le disparó a Franz
Ferdinand de una distancia cercana. Le dio en la yugular. El siguiente disparo
del serbiobosnio dio en el abdomen de Sofía, que se había abalanzado de manera
instintiva sobre su marido desfalleciente.
El auto salió veloz rumbo al hospital. Sofía murió antes de
que llegara. Francisco Fernando, diez minutos después.
El puente del atentado se llamaba, en tiempos de Yugoslavia,
Gavrilo Princip, en honor del asesino. Ahora le dicen “Puente Latino”.
El arresto de Gavrilo Princip |
Princip fue arrestado
de inmediato –le pusieron una buena felpa- y todos los demás miembros de la
conspiración fueron capturados poco después. Los adultos le echaron la culpa a
los menores, como previsto. El fallo terminó con tres adultos ahorcados y otros
17 detenidos condenados a largas penas de prisión.
A Princip y Čabrinović les dieron 20 años de condena. Murieron
en la cárcel, de tuberculosis y desnutrición. El primero duró tres años; el
segundo, sólo año y medio.
Austria-Hungría exigió al Reino de Serbia una investigación,
pues sospechaba que los servicios secretos estaban detrás del atentado. Investigaciones
históricas posteriores nos dicen que Austria-Hungría no andaba desencaminada.
Serbia estaba metida hasta el tuétano.
Serbia se hizo pato y amarró su alianza militar con Rusia,
Austria-Hungría hizo lo propio con Alemania y un mes después invadió Serbia.
El joven terrorista |
A los pocos meses aquella era una matazón de todos contra
todos, de esas que les gustaban mucho a los europeos en el Siglo XX
Así, unos nacionalistas locos dieron el pretexto para que
estallara la I Guerra Mundial, que costó más de 10 millones de muertos. Franz
Ferdinand y Sofía fueron sólo los primeros asesinados. Gavrilo Princip fue sólo
el primer asesino.
El Puente Latino de Sarajevo (Puente Gavrilo Princip) |
Me parece muy interesante. Me pregunto qué impulsaba a los jóvenes anarquistas de esa época para comprometer su vida de ese modo. En la novela Los Demonios de Dostoievski, Piotr Verjovinsky, encarna un oscuro personaje cuya inteligencia para el mal le permitía manipular este tipo de adolescentes.
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