Les contaré la historia de uno de los deportistas eliminados
en el torneo para escoger al #MejorDeportistaDeMéxicodeTodosLosTiempos, Mantequilla Nápoles, organizado por mí
como divertimento tuitero de fin de año.
José Ángel “Mantequilla” Nápoles era un boxeador cubano que
llegó al profesionalismo más o menos al mismo tiempo que Fidel Castro llegó a
La Habana. El régimen de Fidel prohibió el boxeo de paga, así que Mantequilla
se vino a México a continuar su carrera, manejado por Cuco Conde. Inició su
estancia en México con una retahíla de triunfos.
Ultiminio Ramos |
Con Mantequilla
llegó otro gran boxeador, Ultiminio Ramos. Muy pronto, Mantequilla y Ultiminio se nacionalizaron mexicanos, y como tales
disputaron sus peleas. El primero se
convirtió en ídolo de la afición.
Ultiminio también llegaría a ser campeón mundial (de hecho el
campeón destronado, Davey Moore, murió cuatro días después de ser noqueado por
el cubano-mexicano), y perdió su título ante un connacional, Vicente Saldívar “El
Zurdo de Oro”. Lo interesante es que, en esa pelea, más aficionados estaban con
Ramos que con Saldívar.
A Nápoles le apodaron “Mantequilla”, por su facilidad para
esquivar a los rivales, a quienes se les escurría. Al mismo tiempo, tenía una
enorme capacidad noqueadora.
Estamos hablando de la época en la que los grandes eran
boxeadores con punch, no meros fajadores como hoy abundan.
Bajo las órdenes de Cuco Conde, Kid Rapidez y Angelo Dundee, Nápoles despachaba a un rival tras
otro. Era espectacular. Mantequilla
era, antes de ser campeón, el mejor boxeador ligero del mundo, y los
aficionados mexicanos al pugilato lo adoraban. Pero los campeones le tenían terror y no le
daban chance de disputar el título. Para los que éramos fanáticos de Mantequilla, la situación era
desesperante. No quiero imaginar cómo era para él.
Mantequilla
Nápoles tuvo que subir de peso para disputar un cinturón. Lo hizo como welter,
en 1969, ante Curtis Cooke, a quien le dio una felpa. Estamos hablando de
tiempos en los que sólo había un título mundial por categoría: el AMB-CMB. No
como ahora, que hay chorromil asociaciones.
El cubano-mexicano tuvo 14 defensas exitosas de su título,
durante 6 años. También intentó ser doble campeón: welter y mediano.
La pelea por el título mediano, contra el argentino Carlos
Monzón, fue de antología. Una batalla entre dos gigantes. La batalla Monzón-Nápoles en Puteaux, Francia,
organizada por el actor y mafioso Alain Delon, inspiró al gran cronopio Julio
Cortázar a un cuento: “La Noche de Mantequilla”, que pueden leer aquí.
El combate Monzón-Nápoles |
Por cierto, el cubano-mexicano perdió, porque el tramposo de
Monzón –un tipo capaz de aventar a su esposa desde el balcón- le metió el
pulgar izquierdo en el ojo, a la altura del sexto round. Monzón salió de esa
batalla severamente golpeado. Nápoles, con el rostro destrozado. Pero se
recuperó y defendió con éxito su cinturón welter.
En diciembre de 1975 Mantequilla
perdió su título en la Plaza de Toros México, ante el norteamericano Stracey,
ese mismo día se retiró.
Actorazos e ídolos de la afición |
La fama de Mantequilla
en su tiempo era tan grande, que se convirtió en compañero de aventuras cinematográficas
de El Santo. En el feroz enfrentamiento entre el luchador y el boxeador con la
Llorona, Mantequilla logró ser casi tan inexpresivo como el Enmascarado de
Plata, y eso que no tenía máscara.
Según el ranking de boxeadores de todos los tiempos de ESPN,
Mantequilla es el Nº 32; el segundo
mexicano, sólo detrás de Julio César Chávez.
Actualmente, Mantequilla Nápoles vive en Ciudad Juárez, en
la pobreza, con demencia pugilística, producto de los golpes recibidos.
Pero, a ver, díganme, ¿quién puede presumir haber sido
coestelar fílmico con El Santo y también personaje central de un cuento de
Julio Cortázar? Sólo un ídolo con aspiraciones de inmortalidad.