Los jóvenes creen que no, pero la verdad es que
México y su capital eran mucho más violentos en los años sesenta que ahora. Hace
50 o 60 años era común que la gente cargara pistola por la ciudad. Y no faltaba
quien tiraba plomazos por quítame de aquí estas pajas.
En sólo dos días de mayo de 1960, dos importantes
actores fueron asesinados: Ramón Gay, el día 28 y Agustín de Anda, el día 29.
Las finalistas. Ana Bertha es la del listón que dice "México", bobos. |
En ambos casos había faldas de por medio. El tema de
esta entrada es el segundo, porque Agustín de Anda era el prometido de Ana
Bertha Lepe.
Como ustedes saben, la jalisciense Ana Bertha Lepe
fue la primera mexicana en quedar finalista en el certamen Miss Universo. Fue
en 1954, Ana Bertha quedó en cuarto lugar. Ganó la francesa Christian Martell,
quien luego se casaría con Miguel Alemán Velasco, el hijo del presidente. Lo de
la Lepe fue para México un auténtico triunfo, porque eran años en los que el
país no destacaba en nada de nada.
La guapa mujer ya había obtenido papelitos
secundarios. Incluso aparece de extra, en una fiesta, en “Dos tipos de cuidado”.
Tras el certamen, Ana Bertha inicia una carrera fulgurante. Su papá, don
Guillermo Lepe, era su manager, su representante.
Casi todas sus películas eran chafitas, la verdad. De
lo más recordable, cuando compartió créditos con Lorena Velázquez en “La Nave
de los Monstruos”.
Ana Bertha Lepe y Lorena Velázquez |
Pero vayamos al crimen. Sucede que Ana Bertha se
hizo novia de Agustín de Anda, otro actor famoso (pero no por ello buen actor).
Agustín era hijo del famoso productor cinematográfico Raúl de Anda, conocido
como “El Charro Negro”. Era todo un junior. Del joven Agustín se conocían su
prepotencia y su carácter atrabiliario. Del papá de Ana Bertha, se sabía que
vivía a costillas de su hija, a la que hacía trabajar de más.
Ana Bertha trabajaba en un titipuchal de películas durante
el día y, en la noche, en el cabaret La
Fuente, sito en Insurgentes y San Antonio, que era un sitio frecuentado por
las clases media y alta.
En mayo de 1960, sorpresivamente, Agustín y Ana
Bertha anunciaron que se iban a casar en junio siguiente. Eso no gustó a don
Guillermo. El padre de la vedette, por un lado, consideraba que el junior era
un costal de mañas; por el otro, veía peligrar su minita de oro.
La víctima |
Los hechos se precipitaron en la madrugada de un
domingo, en el interior del cabaret, como manda todo buen melodrama mexicano.
De Anda llegó al centro nocturno, con la intención
de llevarse a Ana Bertha a su casa, tuvo una discusión con don Guillermo y éste
le disparó.
Sabemos dos cosas: que la discusión tuvo lugar en
las escaleras del antro y que giró en torno al matrimonio que ambos actores
tenían planeado.
Una tercera cosa es cierta: durante la discusión Ana
Bertha fue tratada como un objeto y dominaron
temas relativos a la moral pública del momento.
Una versión dice que el padre de Ana Bertha mató al
prometido porque éste le dijo que ella dejaría su carrera de actriz tras
contraer nupcias. “Es inadecuado que una mujer casada trabaje en el ambiente
artístico”, habría dicho De Anda, provocando la furia y violencia del
manager-padre.
La idea es que don Guillermo habría perdido su modus
vivendi, y eso sí que no lo iba a permitir.
La otra versión, que es la del inculpado, dice que
fue al revés: que como el papá de Agustín no le dio dinero para la boda, él la
suspendía. Agregaba el asesino que el junior dijo que no se casaba porque “ya
tuve amores con su hija y ya como mujer no me interesa”. Esto lo interpretó don
Guillermo como una mancha al nombre de Ana Bertha y al suyo propio. Ante tal
deshonor, decidió usar su pistola.
El dictamen pericial |
Como pueden ver, el padre de la actriz justificaba
haber matado a un hombre inerme por un asunto de honor y de virginidad
mancillada. Hablamos de 1960, no de hace dos siglos.
Agustín quedó desangrándose en las escaleras,
mientras Guillermo Lepe salía sin gran prisa de La Fuente y se iba caminando por la calle.
Dos testigos corrieron a auxiliar al actor, que
tenía 26 años. Lo subieron al auto de uno de ellos y lo llevaron a la Central
Quirúrgica, en la Roma. Colocaron a Agustín en el sillón delantero, uno de
ellos manejó y el otro, desde el asiento de atrás, detenía el cuerpo del actor.
De Anda llegó con vida al hospital, pero no duró ni hora y media. Tenía una
bala que penetró por el epigastrio y otra que entró en la cabeza por la región
temporal.
Traducido al castellano: Lepe le dio a Agustín un
balazo en el abdomen y otro en la sien.
Si quieren, pueden comprar por 30 mil pesos, el
dictamen pericial del asesinato. Para coleccionistas macabros.
El padre de Ana Bertha fue condenado por homicidio,
pero sólo estuvo poco más de cinco años en la cárcel.
Después de la tragedia, la actriz tuvo problemas
depresivos, tan severos que llegó a ser internada en un psiquiátrico. Ella fue
víctima de un boicot de parte de los productores amigos de los De Anda y tuvo
que trabajar en churros ínfimos.
Guillermo Lepe falleció pocos años después de
abandonar la prisión, al desbarrancarse su auto, aunque podríamos decir que
desbarrancó su vida (y se cobró tres) esa trágica madrugada de 1960.
Ana Bertha nunca se casó.